lunes, 2 de agosto de 2010

Si eres tumba...

La tumba me ha fallado.
Me enerva la luz taciturna,
porque pienso en lo callado
baja un hada y me transforma

Bajo caen las ilusiones
lluvia y gloria seductora
fuerte cuando no hay pasiones
y se esconde la cantora

Dime, Alberto, si eres tumba
voz que calla lo profuso
canto avieso en la penumbra
ave negra en otro curso

Llave negra es en tu palma
el aire fresco de mancebo
sube al vientre de tu calma
te roba sueños de carnero

Si dejo atrás todo deceso
de toda tumba, vuelvo luego a contraerlo
dejo insano: algún progreso
vuelo de carne en pleno

Ya vuelo de palco al suelo,
si entre tornados me abrazas.
Lleva mi sangre en tu duelo
que a todo pequeño me lanzas

Si te dejo ser tumba
cubriendo tus ojos de arena
para mí no eres tumba
para mí no eres tumba

Ave si perfilas tristezas
de flanco fraterno en los bacanales
por siempre derroche y bajezas
¿por qué llenar la frente de oraciones?

El amor mío queda en tu descaro
tiniebla corte de involuciones
a ver a dónde llega el pecado
tan lejos como así tus creaciones

Dime, Alberto, si eres tumba
voz que calla lo profuso
canto avieso en la penumbra
ave negra en otro curso

1 comentario:

LeFleurDuMal dijo...

De algo puedo estar seguro, nunca supe si estuve realmente a la orilla del tempestuoso mar, pero guardaré con hermoso cariño cada una de las imágenes que aquél demonio me regaló, mórbida ha sido mi atracción por aquella criatura de la cual desconozco su nombre, no palpe ni siquiera carne alguna ante tal holograma divino, y en sus ojos pude ver una cara de la luna, en ella me encontraba aislado de todo, me acogió con tal ternura que no quise escapar de sus garras, me violentó posteriormente con tal ímpetu que me llenó de horror el amor fugaz que me hizo sentir en ese instante, en ese momento de agonía y lúgubre deseo.

Caparazón de lánguida carcasa, caparazón de trémula nostalgia, haz de mí lo que no hice yo, haz de este amor que encontré en el más oscuro de los valles, que crezca la semilla fulgurante de Venus, traspasa fronteras y retoma caminos lejanos, encima del rictus de tus labios mantén mi alma y mi ser, retoma de la arena el canto de la brea, y que las olas del mar embriaguen el momento de religioso delirio.