martes, 24 de agosto de 2010

Anclaje



Abjurar del cuerpo en que progreso,
deficiente grave de sonrisas.
Aunque valgan siempre las premisas,
todo, como en ruinas me intereso.

Luego en falso, que arde la venida
de un sincero escapulario:
bien que puede no ser uno ¡Mercenario!,
la tristeza se volver en vida.


lunes, 23 de agosto de 2010

Nuevo testamento para la fiebre indulgente.


Para el eco del Siglo VIII, el canto de mi llanura existencial. Una nueva fosa por conquistar, un nuevo empobrecimiento cutáneo. Consunción gradual del estado humano impío.


Llego a la orilla del viento y susurro
mi espacio contigo. He de descifrar
planicies oscuras de un canto escondido
y pienso si fuese contigo,
ahogando en silencio tus dedos conmigo;
¿Tendría sentido la vida en el cielo?

Lejano en el mar, profundo lamento:
sirena sin alma que evoca mil cuentos
de lobos marinos que esperan sedientos
los cuerpos perdidos, regando sus sales.

Y la noche, de ignoto romance se incensa.
Las sombras de amantes lunares
¡Copulen en llamas triviales,
ese sueño incompasible!

Me adentro más en su aliento
de soflama y néctar que, fundido,
llueve luego en mis adentros;
porque ya no creo en nada.

Y ese Dios enardecido
no concibe sus inventos.
Yo le veo tan altivo,
siempre viendo al precipicio.

Fuego abierto es en sus ojos,
de una rara simpatía:
"Nunca trates con demonios"
y sus garras te comieron.

Sí, ¡Misericordia!
Yo por tí, ¡Nunca!
Echarte de la tierra
¡Eso querría!.

Cruje el cielo de tu gracia,
falso mártir trastrocado.
Un verdugo volvería,
y tan fuerte azotaría
tanto culto inmaculado;
para el hombre iconoclasta:
nuevo tipo de camino,
para el buen cristiano:
¡Destierro neto!
¡Eso querría!.

viernes, 13 de agosto de 2010

¿Y si no fuera tricolor....?


Sojuzgando la impotencia del pueblo,
andaba a ratos el diablo.
cansado de tanta flaqueza,
se hundía pronto en el fango.

Matiz de sangre en la ventana
¡Reventado el poder del estado!,
lejos del mar primoroso
he visto las nubes cansinas

Derrumbe de gloria,
un torcido camino
dibuja en la tierra
las huellas que sigo

Caída terrible
de un himno de muerte
que buitres nos dictan,
creando banderas.

Ya lejos estamos
de ver los colores
que otrora fundían
las garras del mal

Y el diablo ya vuelve
con porte elegido,
mesiánico espejo
que trae tu pasado

A mí, el diablo me gusta
probando su fuerza,
con tal desvergüenza,
que enfrente escopetas.

Luchando, salvaje,
con águila brava;
serpiente maligna
¿podría ser santa?

jueves, 12 de agosto de 2010

Hotel



Noche tras noche recorro sus pasos
de espinas sedientas con fuego
en mis plantas:
horrenda manía de verte aguardando
el final de tu risa que calla el sangrado
¡Qué hotel más alto! ¡Qué dulce agonía!

Sé que anoche pereció el hotel
porque dejamos de tocarnos
y aquél rincón salvaje, en lo alto,
jamás podrá recuperarse.

Si el momento llega de abrir cortinas,
para que entonces vuelva la noche
y deposite su aroma en tu mirada;
te cobije de un manto afrodisiaco
y entonces beba tu remedio,
juraría, por mi vida, que he tocado el firmamento;
apresando al Dios de tu cabeza,
y bajaría la maldad de su hechizante
burbuja celeste intransigente.

Ese piso ha cedido, pues no llamarán más los tambores
de esa ilusión de permitirte
desearme tuyo una semana,
estando muerto en el exilio
de tu piel inconmovible.

domingo, 8 de agosto de 2010

Perder un hombre


Perder un hombre o perderme a mí:
la forma salvaje de resistir, fingir.

Huelo polvo en su cabello,
puede estar intoxicado.
Es tan libre mi abandono,
que también la vida juego
(y hasta olvido que no es mío).

Siempre se seca el amor.
Y si no lastima y no limita,
siempre se caen los cabellos:
¡Siempre te evocan!.
Por tí vuelvo a incorporarme a otro deseo, forma de exilio
de una vieja felonía,
de un tejido que nunca he comprendido

El infierno es gradual:
nunca te quemas del todo,
es la verdad sempiterna,
es una llaga más
cuando nunca llegaste hasta el fondo

Perder un hombre o perderme a mí:
la forma cruel de subsistir,
haciendo carácter, apócrifa insignia:
un mar en calma y tu sangre regada

Dios volvió a fallar, mi amor;
nos hizo piedra el corazón,
noche en silencio y dolor.
Sin más pasión para los dos.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Por tus ojos


¡Bien el reino de sus ojos que prohibe mi maleza!, Si por usted puedo ver el rededor, dígame si mi amor puede pagar aquél favor...

Dios envidia esos luceros
arde el cielo que en exilio
tiene presos sus deseos
...
Amor, reliquia humana
¿cómo invoco su deceso?
yace muerto mi abandono
nunca de posible beso

Besarlo sería morboso
cuando pienso hundirle un sueño
me duermo, entonces repto adentro
coseche de nuevo un romance

Sus ojos, lo juro, son gracia
del cielo y las notas que escucho de noche
placeres que arrojan semillas
que en flores de amante permutan

Vago plano infértil, lo que no he mirado; gestando el goce en la mareta. Darle al hombre otro atavío, estando henchido de tristezas, hace mella de su fiel, abominable y siempre falsa apreciación.
Hacer de cuenta que me baño en una fuente, con ese hombre que ha pensado; debe ser mi cruel inclinación.
Contrito por desenterrarlo, los pasos irán hacia atrás. ¿Cuántas noches podría asomar la misma cabeza?. La cabeza de mi hijo perdido, de usted a quien escribo, maldito poeta enfermo y aberrante.

¡¡¡ Le amo con todo mi odio !!!!!!

Todo usted, mi jardín personal. Tierra madre de la flor recelosa, la flor del mal.
Cuando yo muera, le suplico piedad. Entiérreme junto a ella. ¡Que me coman sus gusanos y no otros!. Júreme que mi carne descompuesta hará que resurja la bestia, que la tormenta derrumbe a la perversa humanidad. Ustedes se quedaron fundidos en licores de envidia y sangre, y yo mientras tan sólo pienso en beber su cadáver. ¡Beban del suyo, salvajes, si son capaces de amar como yo estoy amando!

Y espero que algo pase, que me adentre en su mirada...que la alcoba donde vive sea mi muerte en la mañana. Le juro que ya me cuesta despertar sin usted. De algún modo me he enfermado de amor, y sólo sus besos remedian mi falta. Toda la sed que me aflige me lleva a pensar que he manado de usted, que es el más bello mar.


Pero si sus ojos pierden una vez su encanto...

Dios debiera pagar tanto castigo en ésta tierra
¡porque su monstruo, en usted lo supera!

lunes, 2 de agosto de 2010

Arde, fogata


El gusano que planea el vuelo y las cadenas que no deben romperse
aunque bien háyanse oxidado por tormentas que lo mundano recuerda;
planea en comuna...

Arde, fogata
consúmelo todo
chupando saliva
de mi enamorado

El piso tiembla en la noche de adioses
la voz de las aves rapaces mortales
el grito de pieles colgadas que sangran
cabezas rodando sin ojos humanos

¡Arde, fogata!

¡Arde!

La vida cansada de nobles
los templos infestos con moscas
las cruces hundidas en tierra
los putos que besan tus manos de arena

¡Arde, fogata!
Consúmelo todo

Si alguien perdiese camino en un río
yo ofrezco mi vida si hubiese que hallarlo
cantando en el coro, debajo del fango
los niños castrados que siguen jalando

Arde, fogata
consúmelo todo
chupando saliva
de mi enamorado

¡Arde, tierra!
con tanto misterio
suplico al infierno
que siga volando

...
la fibra del amor que expulsó a Eva y me trajo a su hombre.
Expongo mi vida por nuevas clemencias que acepten mi fresco.
Volvamos a abrir camino en la tierra que olvida



Si eres tumba...

La tumba me ha fallado.
Me enerva la luz taciturna,
porque pienso en lo callado
baja un hada y me transforma

Bajo caen las ilusiones
lluvia y gloria seductora
fuerte cuando no hay pasiones
y se esconde la cantora

Dime, Alberto, si eres tumba
voz que calla lo profuso
canto avieso en la penumbra
ave negra en otro curso

Llave negra es en tu palma
el aire fresco de mancebo
sube al vientre de tu calma
te roba sueños de carnero

Si dejo atrás todo deceso
de toda tumba, vuelvo luego a contraerlo
dejo insano: algún progreso
vuelo de carne en pleno

Ya vuelo de palco al suelo,
si entre tornados me abrazas.
Lleva mi sangre en tu duelo
que a todo pequeño me lanzas

Si te dejo ser tumba
cubriendo tus ojos de arena
para mí no eres tumba
para mí no eres tumba

Ave si perfilas tristezas
de flanco fraterno en los bacanales
por siempre derroche y bajezas
¿por qué llenar la frente de oraciones?

El amor mío queda en tu descaro
tiniebla corte de involuciones
a ver a dónde llega el pecado
tan lejos como así tus creaciones

Dime, Alberto, si eres tumba
voz que calla lo profuso
canto avieso en la penumbra
ave negra en otro curso