jueves, 15 de enero de 2009

La gente común


Cuando comencé a escribir sobre ciertas personas, incapaces de elevar su sentir a manifestaciones extraordinarias; me dí cuenta que mi rechazo a su manera de vivir me provocaba levitar contínuamente, cada que me empecinaba con su negación a una vida lustrosa.
Verlas pasar era común. Cotidiano sentir, vivir y recrearse. No podía asimilar una vida gris, de tal forma asquerosa, desvanecida.
La gente común me vió nacer, y se regocijaban mientras yo sufría una penitencia congénita. Y nunca percibí un poco de silencio. Mi única paz era cuando me refugiaba debajo de los muebles de mi casa, en las esquinas más apartadas y oscuras.
Las noches en mi casa eran fantásticas, pues nada podía distraerme, no del todo. Y yo desdoblaba mis alas y partía al cielo, jugando con las estrellas y la luna, o incluso conquistando planetas vírgenes. Encontraba perfección en éste mundo de frescura, fulgor, embeleso...aún creo que éstas palabras parecen acortarse con el tiempo. Y más ahora que no puedo regresar a esa cueva mía...¿se cerró para siempre?.
Está bien decir que extraje un tumor que crecía dentro de mí y que se había vuelto un inseparable compañero inoportuno. Pero no podré jamás afirmar que vivía sólo adentro. Tenía un hermano gemelo, siempre vuelto hacia abajo, como un niño a regañadientes expresa su aflicción.
Las noches eran perfectas para sentirme divino, acariciando mi piel, acariciando mis sueños, soñando con caricias y con más piel. Descubrí que no era necedad desear una atención especial, entre otras cosas.
Los días eran el jardín de niños para la gente común, que atropellaba sus sueños entretejidos con estupidez. Y esa estupidez se contagiaba a la gente más pequeña, los topos que perseguían los túneles de sus padres ayunos.
Las noches eran perfectas para mí. Para sentirme vivo, respirar y aletear. Los cielos bajaban para mí y yo subía para ellos, así, se dilataba la razón común, la comprensión de la turba.
La gente común vive pisando a los que crecen. Y quienes logran crecer, aplastan sus raíces. Todos ellos son gente común. Y Para ellos, todo fué penetración anal.
...Y la verdad es que no me refería a eso...

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